Дата выхода: | декабрь 2013 |
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Marc Chagall naci en el seno de una familia juda sumamente estricta, para la cual la prohibicin de la representacin de la figura humana tena la fuerza de un dogma. El no haber pasado el examen de admisin de la escuela Stieglitz no evit que Chagall se uniera posteriormente a esa famosa escuela fundada por la sociedad imperial para el fomento de las artes, dirigida por Nicholas Roerich. En 1910, Chagall se mud a Pars. La ciudad fue su “segunda Vitebsk”. Al principio, aislado en su pequea habitacin de Impasse du Maine en La Ruche, Chagall encontr numerosos compatriotas a los que tambin haba atrado el prestigio de Pars: Lipchitz, Zadkine, Archipenko y Sutin, todos ellos destinados a mantener el “aroma” de su tierra natal. Desde su llegada, Chagall quera “descubrirlo todo”. Ante sus sorprendidos ojos, la pintura se le revel. Aun el observador ms atento y parcial tiene dificultad, en ocasiones, para distinguir al Chagal parisino del de Vitebsk. El artista no estaba lleno de contradicciones, ni tena una personalidad dividida, pero siempre era distinto; miraba a su alrededor y en su interior, as como al mundo que le rodeaba y usaba sus ideas del momento y sus recuerdos. Tena un estilo de pensamiento sumamente potico que le permita seguir un camino tan complejo. Chagall estaba dotado de una cierta inmunidad estilstica: se enriqueca a s mismo sin destruir nada de su propia estructura interna. Admir la obra de otros y la estudi con inventiva, librndose de su juvenil torpeza, pero sin perder un solo instante su autenticidad. Por momentos, Chagall pareca mirar al mundo a travs del cristal mgico, sobrecargado de experimentacin artstica, de la Ecole de Pars. En tales casos, se embarcaba en un sutil y serio juego con los diversos descubrimientos del fin de siglo y volva su mirada proftica, como la de un joven bblico, para mirarse a s mismo con irona y de manera pensativa en el espejo. Naturalmente, reflej por completo y de manera extrema los descubrimientos pictricos de Czanne, la delicada inspiracin de Modigliani y los ritmos superficiales complejos que recordaban la experimentacin de los primeros cubistas (Vase Retrato en el caballete, 1914). A pesar de los anlisis recientes que mencionan las fuentes judeo-rusas del pintor, heredadas o prestadas pero siempre sublimes, as como de sus relaciones formales, siempre hay algo de misterio en el arte de Chagall. Un misterio que tal vez descansa en la naturaleza misma de su arte, en el que utiliza sus experiencias y recuerdos. Pintar es la vida, y tal vez, la vida es pintar.