Goya

Goya

Jp. A. Calosse

     

электронная книга



Дата выхода: декабрь 2013
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Goya es tal vez el pintor ms accesible. Su arte, al igual que su vida, es un libro abierto. Nada ocult a sus contemporneos y les ofreci su obra con la misma franqueza. La puerta a su mundo no est oculta detrs de grandes dificultades tcnicas. Fue la prueba de que si un hombre tiene la capacidad de vivir y multiplicar sus experiencias, de luchar y trabajar, puede producir grandes obras de arte sin el decoro clsico y la respetabilidad tradicional. Naci en 1746 en Fuendetodos, un pequeo pueblo montas de un centenar de habitantes. De nio trabaj en los campos con sus dos hermanos y su hermana, hasta que su talento para el dibujo puso fin a su miseria. A los catorce aos recibi el apoyo de un mecenas adinerado y se march a Zaragoza a estudiar con un pintor de la corte y, posteriormente, cuando cumpli diecinueve aos, se fue a Madrid. Hasta los treinta y siete aos, sin contar algunos diseos de tapicera de modesta calidad decorativa y cinco pequeas pinturas, Goya no pint nada de gran importancia, pero una vez que domin su temperamento, produjo obras maestras con la misma velocidad que Rubens. Tras su nombramiento en la corte sigui una dcada de actividad incesante, aos de pinturas y escndalos, con intervalos de salud deteriorada. Los grabados de Goya demuestran su gran pericia como dibujante. En la pintura, al igual que Velzquez, depende en mayor o menor medida del modelo, pero no de la manera objetiva del experto en naturalezas muertas. Si una mujer era fea, la converta en un horror despreciable; si era atractiva, dramatizaba su encanto. Prefera terminar sus retratos en una sola sesin y era un tirano con sus modelos. Al igual que Velzquez, se concentraba en los rostros, pero dibujaba las cabezas con pericia, construyndolas con varios tonos de grises transparentes. Su mundo en blanco y negro est habitado por formas monstruosas: se trata de las producciones en las que demuestra una reflexin ms profunda. Sus figuras fantsticas, como sola llamarlas, nos llenan de una sensacin de gozo vulgar, acentan nuestros instintos diablicos y nos deleitan con el nada caritativo xtasis de la destruccin. Su genio alcanz el punto culminante en sus grabados de los horrores de la guerra. Al compararlas con la obra de Goya, otras pinturas sobre este tema palidecen hasta convertirse en estudios sentimentales de la crueldad. Evit la accin esparcida por el campo de batalla y se confin a escenas aisladas de matanzas. En ninguna otra obra demostr tanto dominio de la forma y el movimiento, tantos gestos dramticos y efectos sorprendentes de luz y sombra. En todos estos aspectos, Goya fue un renovador e innovador.

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